Las dietas occidentales típicas son bajas en yodo. Cuando se reduce la sal de mesa yodada, las personas pueden fácilmente volverse insuficientes o deficientes en yodo. El yodo inadecuado no solo afecta la función tiroidea, sino que también está relacionado con un mayor riesgo de cáncer de mama y enfermedad fibroquística de las mamas, junto con fatiga y aumento de peso.