Reducir el riesgo de cáncer de mama
El cáncer de mama es la neoplasia maligna más frecuente que afecta a las mujeres y la principal causa de muerte por cáncer en mujeres en todo el mundo.1
Muchos factores de riesgo aumentan la probabilidad de desarrollar cáncer de mama.
Los factores modificables que aumentan el riesgo incluyen la mala alimentación, el estilo de vida sedentario y la obesidad.2
Por el contrario, la ingestión de alimentos y bebidas saludables ha demostrado tener efectos protectores.3-10
Hacer los cambios adecuados en el estilo de vida puede reducir el riesgo de que las mujeres desarrollen cáncer de mama.11,12
Riesgos no modificables
Aproximadamente uno de cada tres nuevos cánceres diagnosticados anualmente en mujeres es cáncer de mama.13
Algunas formas son fácilmente tratables, pero los tipos más avanzados y agresivos pueden ser mortales. La tasa de supervivencia a cinco años del cáncer de mama metastásico es de aproximadamente el 30%.14
Algunos factores de riesgo para desarrollar cáncer de mama, como el sexo femenino y la edad avanzada, no se pueden modificar. Otros factores de riesgo no modificables son:1
- Genética: Las mujeres con mutaciones hereditarias de los genes BRCA1 o BRCA2 tienen un mayor riesgo de padecer cáncer de mama. En el caso de las mujeres que tienen un familiar de primer grado diagnosticado con cáncer de mama, este riesgo se duplica.15
- Raza/origen étnico. El riesgo de desarrollar cáncer de mama es mayor entre las mujeres blancas no hispanas, mientras que la tasa de mortalidad por cáncer de mama es mayor entre las mujeres afroamericanas.1
Factores de riesgo que puedes cambiar
Los factores de riesgo modificables pueden modificarse para disminuir el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Entre ellos se incluyen los siguientes:16,17
Beber y fumar
El consumo excesivo de alcohol está relacionado con el riesgo de cáncer de mama.1 El alcohol puede inducir mayores desequilibrios de estrógeno en las mujeres, exponiendo el tejido mamario a más efectos estimulantes de la hormona que fomentan el crecimiento del tumor.18,19
Si bien se sabe que los cigarrillos causan cáncer de pulmón, las sustancias químicas tóxicas presentes en el humo también pueden contribuir al cáncer de mama. El tabaquismo activo, especialmente en mujeres posmenopáusicas, se asocia con un riesgo 16% mayor de desarrollar cáncer de mama.20 Además de esto, incluso en las no fumadoras, el tabaquismo pasivo aumenta significativamente el riesgo de cáncer de mama.1,20
Estilo de vida sedentario
Cada vez hay más pruebas de que la cantidad de actividad física tiene una relación significativa con el riesgo de cáncer de mama.11,20,21
En las mujeres posmenopáusicas, aquellas que realizan un mayor nivel de ejercicio de forma regular tienen un riesgo significativamente menor de desarrollar cáncer de mama.22 Un estudio observacional de gran tamaño mostró que las mujeres más activas tenían una reducción del 25 % en el riesgo de cáncer de mama en comparación con las mujeres que realizaban la menor actividad física.23
Otro estudio observacional mostró una reducción del 15% en el riesgo de cáncer de mama en mujeres con un nivel de actividad física equivalente a caminar a paso ligero durante una hora al día, en comparación con mujeres cuya actividad era igual a menos de una hora de caminata por semana.24
Un estudio observacional evaluó la asociación entre la actividad física en mujeres de alto riesgo antes y después del diagnóstico y los resultados de supervivencia. Se encontró que las mujeres que eran físicamente activas antes y después del diagnóstico tenían un riesgo 41% menor de recurrencia del cáncer y un riesgo 49% menor de muerte por cáncer.25
Tener sobrepeso
El riesgo de desarrollar cáncer de mama es significativamente mayor en las mujeres con sobrepeso u obesidad. Las mujeres con sobrepeso también tienden a desarrollar formas más agresivas de cáncer de mama y tienen mayores tasas de mortalidad y recurrencia del tumor.1
Mala dieta
El consumo excesivo de alimentos altamente procesados, grasas, carnes rojas y azúcares refinados está asociado con un mayor riesgo de cáncer de mama.
Una dieta saludable rica en verduras, frutas, legumbres, cereales integrales y proteínas magras se asocia con un menor riesgo.1
Un estudio descubrió que por cada aumento del 10% en los alimentos altamente procesados en la dieta, hay un aumento del 11% en el riesgo de desarrollar cáncer de mama.26
Lo que necesita saber: Cómo prevenir el cáncer de mama mortal
El cáncer de mama es el cáncer más común que afecta a las mujeres y es la principal causa de muerte por cáncer en mujeres en todo el mundo.
- Algunas formas de reducir el riesgo de cáncer de mama incluyen dejar de fumar, perder peso, mejorar la dieta, reducir el consumo de alcohol y aumentar el ejercicio.
- Algunos nutrientes también pueden reducir el riesgo de cáncer de mama, como la vitamina D, el sulforafano de las verduras crucíferas, el selenio, el té verde y otras plantas.
Nutrientes protectores
Algunos alimentos, bebidas y nutrientes están asociados con funciones protectoras contra el cáncer de mama. Aumentar su consumo puede reducir el riesgo y mejorar los resultados en mujeres que ya han sido diagnosticadas con cáncer.
Té verde
Las catequinas, polifenoles beneficiosos para la salud que se encuentran en las hojas de té, tienen una actividad anticancerígena. Un metaanálisis mostró una reducción del 27% en la recurrencia del cáncer de mama entre las que bebían más de tres tazas de té verde al día en comparación con las abstemias.27
Se ha demostrado que los polifenoles del té verde, como el galato de epigalocatequina (EGCG), reducen la densidad mamaria en mujeres más jóvenes después de 12 meses de suplementación con extracto de té verde.28
Esto es importante porque el tejido mamario denso es un factor de riesgo independiente de la incidencia del cáncer de mama y dificulta la detección temprana con mamografía convencional.29
En un estudio que incluyó a unas 500 mujeres con la forma agresiva triple negativa del cáncer de mama, se recopiló información de seguimiento sobre el consumo de té a los 18, 36 y 60 meses después del diagnóstico.
Las mujeres que consumieron té durante los cinco años posteriores al diagnóstico tuvieron un riesgo 46% menor de recurrencia combinada y mortalidad por cáncer de mama, y un riesgo 43% menor de mortalidad general, en comparación con las que no bebían té.30
Dos metaanálisis de estudios clínicos han demostrado una reducción del riesgo de cáncer de mama entre el 14% y el 18% en las mujeres que consumían mayores cantidades de té en comparación con las que consumían cantidades más bajas.31,32
Flavonoides
Los flavonoides son compuestos derivados de plantas con numerosos beneficios para la salud, incluida la actividad antiinflamatoria y anticancerígena.4,7,33-38
Además de las catequinas del té verde, la apigenina38, la fisetina35 y la quercetina6 han demostrado tener actividad anticancerígena en modelos preclínicos.
Selenio
El mineral selenio se ha estudiado durante décadas por su potencial para ayudar a prevenir o controlar el cáncer.
Un metaanálisis de 18 estudios observacionales que incluyeron a miles de mujeres descubrió que aquellas con niveles corporales más elevados de selenio tienen un menor riesgo de desarrollar cáncer de mama.39
En el caso de las mujeres con cáncer de mama, las que se encontraban en el cuartil más alto de ingesta alimentaria de selenio tenían un riesgo de muerte por la enfermedad un 31% menor que las del cuartil más bajo.40
En otro estudio, el 82% de las mujeres en el cuartil más alto de niveles séricos de selenio tenían una tasa de supervivencia de cinco años, mientras que solo el 68% de las mujeres en el cuartil más bajo alcanzaron esa tasa. El riesgo de mortalidad de las pacientes en el cuartil más bajo de selenio sérico era 2,5 veces mayor que el de las de todos los demás cuartiles.41
Compuestos crucíferos
El consumo de verduras crucíferas, como el brócoli, la col rizada, el repollo y las coles de Bruselas, se asocia a un menor riesgo de cáncer de mama.8,10
Estos alimentos aportan nutrientes que han demostrado una potente actividad anticancerígena en estudios preclínicos, como el sulforafano,8 el I3C (indol-3-carbinol)5,10 y el DIM (3,3'-diindolilmetano).5,10
La concentración de sulforafano presente en los brotes de brócoli es hasta 100 veces superior a la de las plantas maduras. Los compuestos de las distintas partes de las células del brócoli se mezclan para liberar sulforafano, que se asimila al torrente sanguíneo.42
Vitamina D
Varios estudios muestran que mantener niveles elevados de vitamina D protege contra el desarrollo de cáncer de mama y mejora la supervivencia en mujeres con cáncer.43-46
En un análisis, las mujeres con niveles de vitamina D de 60 ng/mL o más tenían un riesgo 82% menor de cáncer de mama que las mujeres con niveles bajos de vitamina D.44
Los niveles elevados de vitamina D en sangre en pacientes con cáncer de mama se asocian a un riesgo de mortalidad un 42 % menor en comparación con niveles más bajos.43
Un metaanálisis determinó que cada aumento de 4 ng/ml en los niveles de vitamina D en sangre reducía el riesgo de muerte por cáncer de mama en un 6 %.47 Esto implica que aumentar los niveles de 25-hidroxivitamina D en sangre de 30 ng/ml a 50 ng/ml podría reducir el riesgo de muerte en alrededor de un 30 %.
Otros nutrientes
La curcumina de la cúrcuma y el resveratrol de las uvas rojas y otras plantas bloquean con éxito el desarrollo y la propagación del cáncer de mama en modelos animales y celulares.9,48
Los estudios preclínicos también han descubierto que la curcumina puede hacer que las células del cáncer de mama sean más sensibles a los fármacos de quimioterapia.9,49
Los carotenoides, pigmentos que se encuentran en muchas frutas y verduras, tienen actividad anticancerígena.50 Entre ellos se encuentran el licopeno, la astaxantina, la luteína y la zeaxantina.
Un estudio que siguió a más de 32.000 mujeres durante más de 20 años descubrió que los niveles más elevados de carotenoides en la sangre se asociaban con un riesgo hasta un 28% menor de cáncer de mama. En las mujeres que desarrollaron cáncer, las que tenían los niveles más elevados de carotenoides tenían menos probabilidades de sufrir una recurrencia o morir.51
Mantener niveles adecuados de estos nutrientes y realizar otros cambios en el estilo de vida puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer de mama.
Resumen
Evitar fumar, reducir el consumo de alcohol, mejorar la dieta, perder peso y aumentar el ejercicio pueden reducir significativamente el riesgo de cáncer de mama.
Asegurar una ingesta adecuada de vitamina D, verduras crucíferas, selenio y otros nutrientes también puede ayudar a reducir el riesgo, según estudios biomédicos publicados.
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